sábado, 18 de abril de 2009

Cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna


Donde diablos estés. Por fin me atrevo a resumir aquel año. Cuando queríamos romper ventanas y lo hacíamos. Donde diablos estés, si lo escuchas no te lo tomes a mal. Todo está pasado por el filtro del tiempo y mi imaginación tramposa. Si te preguntas " ¿se ha atrevido él a hablar de él y de mí?" observa la cifra y considérate contestada. No incluyo nombres en ningún caso. Únicamente lo sabrás tú, que, en cierta manera, es lo que pretendía. Una broma desde la distancia. 1999. El año del supuesto fin del mundo... en cierta manera... sí.. el fin de ti y de mí. Algo definible como un pequeño mundo infranqueable para el resto. Y como extrañas plantas, crecíamos más cuando menos agua y luz existían a nuestro alrededor. ¿Cómo podíamos pretender gustar al resto? Nos conocimos sin raíces, andamos un tiempo juntos, sin raíces... en algunos momentos tuve la sensación de que cada uno de nosotros arraigó en el otro. Pero, de cualquiera manera, ya era demasiado tarde para nosotros. ¿Cómo podían asentarse en tierra dos seres tan volátiles? Así que cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir. Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantarás temprano.
*
Dedicatoria del disco 1999 de Love of lesbian.
(Ven a romper las ventanas, ven a gritar como antes)

4 comentarios:

Brotestertor dijo...

Pues de puta madre la dedicatoria.

Unknown dijo...

Es genial

m a r i e dijo...

Me encanta :).

Verónica Sedgwick dijo...

este disco me dice tantas cosas...y me tiene enganchadisima además.