lunes, 22 de febrero de 2010

 

Los días corrían y tú no sabías en qué dirección ni si ir tras ellos. El tiempo pasaba y el futuro seguía sin estar claro. Todo igual que antes, teniendo claras ciertas cosas pero sin saber qué iba a ser de mi vida. Y me largué sin pensarlo, cogí la maleta y me fuí de aquella ciudad que ya no tenía mucho que ofrecerme. Había gastado las oportunidades, y se habían quedado en nada, ocasiones perdidas. Sólo quería que tú me acompañases, pasara lo que pasara.

1 comentario:

Almendra dijo...

Cómo se sabe que se han gastado todas las oportunidades?