Hay tanta calma un domingo por la tarde que cuesta pensar en el comienzo de semana, la rutina, los lunes hambrientos, las sonrisas falsas, las palabras gastadas y en todo lo que no nos decimos por miedo, por prisa o solo porque has decidido que hoy no te apetece hablar con nadie.
1 comentario:
Es lo bonito de los domingos, esa calma :)
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