martes, 17 de julio de 2012



La velocidad a la que pasan los días en Madrid sólo es comparable a lo que echo de menos la playa y la piscina (aunque aquí también haya piscinas, pero no es lo mismo). El sol, el calor, la humedad. Todo es distinto. Madrid es el sitio en el que si quieres puedes desaparecer de la faz de la tierra sin que se entere nadie. Madrid es quizás, la ciudad más triste en los domingos solitarios de té y maratones de series. Madrid no es nada sin ti y en este gris ciudad es donde a pesar de todo no me importaría quedarme un tiempo más.